Tus besos saben tan amargos cuando te ensucias los labios con mentiras.
Dices que te estoy haciendo daño, que con el pasar de los años me estoy volviendo más cruel.
Nunca creí que te vería curando mis heridas con jirones de tu piel.
De ti aprendió mi corazón, no preguntes como. Hoy no puedo darte amor.
Me has enseñado tu, tu has sido el maestro para hacer sufrir, si alguna vez fui mala lo aprendí de ti.
No digas que no entiendes, que no puedo ser así, si te estoy haciendo daño lo aprendí de ti.
Maldigo mi inocencia y te maldigo a ti, maldito el maestro y que estúpida la aprendiz.